Céntrica y bulliciosa, la plaza de la Puerta del Sol es uno de los emblemas de Madrid. En su planta semicircular confluyen varias de las calles históricas y más transitadas (como Mayor, Arenal, Alcalá o Preciados) y concentra varios elementos representativos de la ciudad, como el reloj de la Casa de Correos, la placa del Kilómetro Cero, la estatua del Oso y el Madroño o la estatua de la Mariblanca.